El faro más al norte: Faro do Peito
El Faro do Peito, en la Illa de Monteagudo, marca la entrada norte a la Ría de Vigo junto con los faros en funcionamiento de la Península do Morrazo (localizados justo enfrente). La construcción, que data del año 1904, no tiene nada especial, pero posee una particularidad que lo hace único: su localización.
El agradable trayecto que lleva al Faro do Peito es fenomenal para conocer la cara norte del archipiélago de Cíes. En el inicio del camino, el visitante se encontrará con la magnífica Praia de Figueiras y, muy cerca del faro, se topará con un observatorio de aves desde el que seguir la pista a las gaviotas patiamarillas y los cormoranes moñudos que habitan esta zona de relieve escarpado. Como ya contamos en otro post, el turismo ornitológico en Cíes entusiasmará a todas aquellas personas interesadas en las aves marinas.
Al ser el punto del archipiélago más cercano al continente, desde el Faro do Peito el visitante tiene una vista privilegiada a la Costa da Vela (tramo costero de la península morracense), que se encuentra a una distancia aproximada de 2 kilómetros y medio. En el Faro do Peito, con la mirada apuntando al norte, también es posible ver el archipiélago de Ons de perfil.
Faro de Cíes
Camino con recompensa hasta el Faro de Cíes
De la Illa de Monteagudo o Illa do Norte nos vamos a la Illa do Faro, que debe su nombre, precisamente, a la torre de señalización luminosa que se levantó en el año 1852 en su punto más alto: el Faro de Cíes.
La ruta para llegar al famoso Faro de Cíes, de 7 kilómetros de longitud de ida y vuelta, empieza en la caseta de información del Parque Nacional das Illas Atlánticas, ubicada en la misma Illa do Faro o Illa do Medio. La parte inicial de este recorrido bordea puntos de gran interés como la Praia de Rodas o el Lago dos Nenos. A la altura de la Praia da Nosa Señora, comienza la zigzagueante subida hasta el faro: un ascenso con curvas y bastante pendiente que la mayoría de senderistas califican de dificultad media. De todos modos, el esfuerzo vale la pena cuando llegas al Faro de Cíes, a 171 metros sobre el nivel del mar, y disfrutas de unas vistas impresionantes a los acantilados y al conjunto de las islas.
Por otro lado, la historia que acompaña a la construcción de este faro también es muy curiosa. En el año 1842, el cónsul inglés en Galicia dirigió una petición al Ministerio de Estado que decía lo siguiente: “Agentes de la Compañía Peninsular y Oriental de vapores ingleses del puerto de Vigo manifiestan el deseo de poner en su casa, en noches oscuras, una luz de orientación en su recalada a las islas Cíes para tomar el puerto con seguridad”. En el año 1852, el Faro de Cíes ya era una realidad, aunque esta torre de granito con cúpula de cristal no emitió luz hasta 1853.
Inicialmente, el Faro de Cíes iluminó el paso de los navegantes utilizando una gran lámpara de aceite; posteriormente, se usó una de petróleo. En el año 1939 se instaló un destellador de acetileno que, tras una serie de mejoras, funciona todavía hoy, con un alcance de aproximadamente 25 millas.
También en un principio, el Faro de Cíes poseía una vivienda, pero fue derruida a finales de los años 1970. En 1980, el faro pasó a funcionar de forma automática valiéndose de paneles fotovoltaicos que captan la energía del sol para su aprovechamiento. De hecho, todos los faros de las islas Cíes funcionan ya con placas solares. La intención del Parque Nacional das Illas Atlánticas es que los archipiélagos de Cíes y Ons alcancen próximamente la autosuficiencia energética.
Faro de Cíes en 1972. Imagen: Cíes.gal
Pero antes, mucho antes de que la sostenibilidad fuese un tema de conversación diario en Cíes, quien cuidaba y estaba al mando del faro era el farero, que ocupaba estas instalaciones con su familia. Los distintos fareros que pasaron por el lugar ejercían asimismo como maestros de los pocos niños que vivían en la isla, que subían a diario ese camino zigzagueante convertido en ruta de senderismo para mejorar su lengua o sus matemáticas. El excesivo viento y la lluvia hacían que los fareros no estuvieran demasiado cómodos en el lugar, por lo que no solían tardar demasiado tiempo en solicitar un cambio de destino. El último vigilante que vivió en el Faro de Cíes abandonó esta construcción en los años 1960.
Faro da Porta, el faro que mira a la Illa de San Martiño
Y otro faro que no puedes perderte en tu escapada de fin de semana a las islas Cíes es el Faro da Porta, en la parte sur de la Illa do Medio. Esta torre cilíndrica, pintada de blanco y azul, data del año 1918. La construcción del Faro da Porta fue necesaria para mejorar la seguridad marítima ya que, en los días de niebla espesa, no se apreciaba la luz del Faro de Cíes.
Para llegar al Faro da Porta hay que tomar el mismo camino que lleva al Faro de Cíes pero, a la altura de la Praia da Nosa Señora, debemos coger el sendero que lleva al embarcadero de Carracido. Una vez alcanzado el faro, tendrás unas vistas inmejorables de la Illa de San Martiño, la isla con forma triangular del archipiélago de Cíes. Además, en este mismo faro, si diriges tu mirada a la ladera del Monte Faro observarás los restos de un antiguo poblado castreño, el Castro das Hortas, que es el yacimiento arqueológico más importante encontrado en el archipiélago de Cíes.
Faro da Porta
También en la ya mencionada Illa de San Martiño, la tercera isla de Cíes, se construyó un faro para aumentar la seguridad marítima de la zona y ayudar a los navegantes a definir mejor su posición: el Faro dos Bicos. Como no existe una línea de transporte regular a esta isla no es posible ver este faro de cerca.
Visita los faros de las islas Cíes en cualquier época del año
Aunque las islas Cíes reciban gran parte de su turismo durante el verano, los meses de otoño e invierno son un buen momento para visitarlas. La tranquilidad y calma que se respira en sus playas y en sus rutas de senderismo hacen muy atractivo pasar un fin de semana en Cíes en temporada baja.
Naviera Mar de Ons navega a Cíes desde los puertos de Vigo y Cangas todos los fines de semana de los meses de otoño e invierno, intensificando su servicio en momentos especiales como el puente de diciembre (entre los días 5 y 8 de este mes) y algunas fechas de la temporada navideña como los días 24 y 31 de diciembre o el 5 de enero.
Ya sabes, reserva tu billete a Cíes con nosotros y no te pierdas este oasis de paz que es el archipiélago de Cíes en otoño e invierno. Te encantará el paseo hasta los faros de Cíes envuelto en tu abrigo y bien protegido con loción solar porque, en este punto ventoso de la Ría de Vigo, el sol se deja ver mucho durante los meses de frío.
Una última cosa antes de organizar tu escapada a Cíes: en otoño e invierno, no necesitarás la autorización de la Xunta de Galicia para visitar las islas. Lo que sí pedimos es que, incluso en temporada baja, no nos relajemos y cumplamos con todas las medidas indicadas por la naviera para combatir la propagación de la COVID-19. Nosotros, como no podía ser de otra manera, mantenemos las intensas labores de limpieza y desinfección que realizamos desde el mes de marzo tras cada servicio de transporte.
Para resolver cualquier duda sobre nuestros viajes a Cíes a partir de octubre puedes llamar al número de teléfono +34 986 22 52 72. ¡Esperamos verte muy pronto!
